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SER FOTOGRAFO EN UNA PROVINCIA

Ataúlfo Pérez Aznar* > La Plata
“EL PROBLEMA ES LA DIFUSION”

Me interesa marcar la importancia que tiene el tema tratado en el ámbito adecuado. Quizás mi integración a esta mesa no responde a la distancia en kilómetros de la Capital Federal, sino a una ideología federal que vengo pregonando desde mis inicios en la fotografía. Como punto de partida, quiero destacar el perfil dominante de juventud que se está iniciando en la fotografía, en la Argentina, en el interior. Porque esta es una problemática de distintos matices.
Hay toda una cantidad de fotógrafos anteriores a mi inserción en el medio, todos de Capital por adopción, porque la mayoría eran extranjeros. En 1982, algunos fotógrafos del interior empezaron a surgir con opciones diferentes. Pero en un primer momento, las problemáticas de la situación argentina la charlábamos 4 o 5 personas en la mesa de un bar. No podíamos darnos el lujo de dividir de acuerdo a la procedencia. Hablábamos de los problemas de la fotografía, cómo solucionarlos. Posteriormente, fueron apareciendo otros valores arraigados en el interior: en Mendoza, el Chino (Julio Pantoja) acá, otro grupo en Mar del Plata que hizo un encuentro en el ’85; gente que empezó a resurgir en Santa Fe. Córdoba, en cambio, siempre fue anárquica y se demoró en esa integración.
Siguiendo con la historia: llega el año 1996 y en unos encuentros latinoamericanos que organizamos en La Plata le damos el espacio a la fotografía del interior, que en ese momento fue la propuesta 5x5. Fue tan importante la experiencia de trabajar conjuntamente con otros colegas que, a la segunda versión, hubo que ampliarla, el 5x5 no contenía la realidad particular de cada lugar.
La cuestión es que ahora estamos acá, en Tucumán, y no somos 4 ó 5 en torno a una mesa: somos muchos los fotógrafos preocupados por saber qué pasa con la fotografía, en el interior o en la Capital, y cómo construimos un mapa de la fotografía. Lo importante es que sepamos diferenciar los tantos: una cosa es la realización y otra cosa la difusión de la obra. Porque les puedo contar anécdotas de fotógrafos de buen nivel cuya única preocupación de armar una muestra era ponerla en Capital y, desde ahí, insertarla en algún ámbito internacional y no les calentaba el interior, es decir, se interesaban por la vidriera y el consumo, no por el intercambio.
En general, de todos los ámbitos de intercambio que se han intentado, al que se le dio más proyección es a este, y entre todos tenemos que valorar este proyecto. En particular, los del lugar, sea de Tucumán, Santiago del Estero, etc, sepan diferenciar la problemática de esas dos palabras: la realización y la difusión. Ustedes piensen que muchos viven en zonas donde hay situaciones, imágenes, por las que han venido desde otros lugares a registrarlas. Entonces, piensen en casos más directos, en la realización y planificación de los trabajos.
El problema es la difusión. En algunos casos se hace en Capital, y ahí surge una problemática, ¿la difusión de qué? Porque ya se han perdido las raíces que los alimentan, que es el punto de partida de toda persona que se dedica a la fotografía como medio de expresión, la necesidad de tener algo que decir, la necesidad de identificarse en alguna medida con lo que está realizando.
Muchas de estas personas se trasladan a Capital y empiezan a inventar temas, sin necesidad de inventarlos. En cuanto a la difusión, entonces, creo que hay que pensar en políticas culturales, que existen, aunque el problema es que la fotografía no forma parte de las mismas. Consideran que la música es válida, el teatro es válido y se sobreentiende que para el teatro y la música se necesita dinero, y parece que la fotografía se hace de prestado. Nosotros los fotógrafos no pedimos una paga por nuestra obra, no pedimos dinero. Lo que sí pedimos es que haya dinero para que nuestra obra se pueda difundir, pueda circular. Lo que significa la exigencia, porque tenemos que exigir, tenemos que partir de la base de que las autoridades son nuestros representantes, no nuestros propietarios, que están ahí para desarrollar el bien común y nosotros somos parte de la sociedad. Tenemos que saber hacernos respetar, no puede ser que en toda la República ninguna ciudad cuente con un espacio fotográfico. No puede ser que los fotógrafos tengamos que encargarnos de la circulación, además de la realización. ¿Por qué a los músicos se les paga y nosotros tenemos que pagar? Si todos somos intérpretes de una cultura en distintas facetas; ¿o nosotros no tenemos responsabilidad sobre el legado visual de nuestros pueblos?
Tenemos que reflexionar, debatir e intercambiar ideas y que estas ideas se transmitan y que en función de las mismas exijamos y logremos la existencia de espacios fotográficos. La fotografía es un medio de expresión, y está en cada uno la plena libertad de elegir los lenguajes, las técnicas, las diferentes características para manifestarnos. Ojalá sepamos aprovechar estos espacios para que continúen. Si todos aportamos coherentemente y con energía, esto puede generar un polo de ideas significativo ante la falta de ideas de otras superestructuras que se están dando la fotografía argentina.-

* Ataulfo Pérez Aznar es Director del Centro de Fotografía Contemporánea de La Plata. Fotógrafo, docente, crítico y curador. Fundador de primera Fotogalería de Argentina: “Omega”, organizador de las jornadas Buenos Aires – La Plata 1988 y Director de los Meses Latinoamericanos de Fotografía (La Plata). Fue curador, entre otras, de la muestra “Fotografía Argentina de los 80, Visión de una Década” y de “Desnudos Contemporáneos en la Argentina”.

Nota: Estas palabras dieron forma a la conferencia brindada el 25/08/06 en el Auditorio C.C. Virla. Su transcripción no tiene más pretensión que compartirla con quienes no estuvieron allí o quienes quieran volver a disfrutarla y conservar un registro de ella.

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