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ROBERTO CORDOVA-LEYVA / Panorama de la fotografía mexicana

De acuerdo a Claudi Carreras, fotógrafo y profesor de fotografia de Diseño e Imagen de la Universidad de Barcelona, "la historia de la fotografía de México se ha escrito desde los circulos de poder, y tiene un claro predominio angloamericano y eurocentrista", si bien Pedro Meyer le declara a Carreras que la organización del Consejo Mexicano de Fotografía y Los Coloquios fue una medida "para no depender de los gringos", los estadounidenses. Meyer, actor principalísimo, aunque no el único, ha sido junto con Graciela Iturbide, Pablo Ortíz Monasterio, Mariana Yampolky, Gerardo Suter, Javier Hinojosa, Lourdes Almeida, Carlos Jurado, Hector García, Pedro Valtierra, director de la agencia y revista "Cuartoscuro" , Marco Antonio Cruz, Lourdes Grobet, Francisco Mata, Enrique Villaseñor, entre otros tantos, quienes vinieron a suceder en la generación (y son discipulos directos algunos de ellos) a don Manuel Alvarez Bravo, uno de los máximos exponentes de la fotografía mexicana y mundial. De entre algunos de los primeros se crea el Consejo Mexicano de Fotografía y las agencias mexicanas

En el libro de Carreras titulado "Conversaciones con Fotógrafos Mexicanos", Laura González Flores al hacer el prólogo "Instantáneas del fin de la fotografia mexicana", establece que la serie de 20 entrevistas a artistas de la lente mexicana se pone de manifiesto que, cito: "se acaban desmantelando los tópicos recurrentes en torno al carácter uniforme de la fotografía nacional, en cuya definición opera inevitablemente una reducción semántica: una cosa es lo que la fotografía mexicana parece ser (una abstracción subjetiva, una construcción simbólica constituida por razones ideológicas e implantada por una élite intelectual) de lo que la fotografía hecha en México es en realidad (un medio heterogéneo y complejo, en vías de redefinición ontológica y técnica, con múltiples funciones en lo temporal y lo social", cierro cita. A lo anterior habría que añadir que con el paso del cambio politico en el país en el año 2000, también se comienza a vislumbrar un nuevo quehacer, una nueva práctica en la agenda cultural de gobierno federal, en donde los procesos de descentralización cobran vigencia y se presta un poco más de atención al acontecer de los diferentes estados y regiones de la nación.

Sin duda, el papel desarrollado por el Consejo Mexicano de la Fotografía le vino a imprimir un sello distintivo en el devenir fotográfico mexicano, al lograr que se le diera un mayor apoyo e impulso a la fotografía, a la vez que le caracterizaba una fuerte inclinación hacia la crítica social. Los Coloquios Latinoamericanos realizados en 1979 y 1981, fueron los foros de discusión por excelencia y de exposición de un continente que buscaba el diálogo con sus pares. Sin embargo, a Carlos Jurado, respetado y apreciado maestro de generaciones en la Universidad Veracruzana, por cierto, la primera institución educativa en instaurar la licenciatura de fotografía en el país a mediados de los ochenta, le tocó vivir un momento en que no a todos les favorecía ese auge, lo cito: "(fue) una época muy difícil. En ese tiempo la fotografía experimental estaba totalmente condenada. Cualquier forma alternativa estaba satanizada" .      

Los frutos que esa generación de Ortíz Monasterio, Meyer, Suter, Iturbide, Grobet, entre otr@s han sido notables. Se puede destacar, según la investigadora González Flores, cito: "la participación en las bienales de fotografía de los años ochenta, que colabora con la en la serie de exposiciones internacionales en torno al 150 aniversario de la fotografía en 1989, y que acaba apoyando la fundación del Centro de la Imagen en 1994. En definitiva, es una generación que carga con la responsabilidad - y la satisfacción - de llevar a la fotografía mexicana a su madurez y plenitus moderna". Con la creación de la instancia antes mencionada, el gremio adquiere un espacio que habría de consolidar la actividad fotográfica y marcar pautas como la organización de talleres con ponentes nacionales e internacionales, exposiciones de gran nivel internacional, el ahora internacional Fotoseptiembre. Habría que hacer un parentesis para observar que en la administración de Patricia Mendoza los espacios para las exposiciones no estaban tan abiertos para los fotógrafos del interior del país, el celo era mayor. En honor a la verdad hay que señalar que la primera directora fue impulsora del Corredor Fotográfico Fronterizo, instancia que pretendía auspiciar una mayor actividad en la frontera norte. Los beneficiados, y es un gusto poder mencionarlo, fueron los colegas del sur con el establecimiento del Centro de Fotografía Alvarez Bravo en Oaxaca. Las cosas han cambiado en varias direcciones en ese primer centro. De ser una entidad con mayor presupuesto, dedicada más a la promoción, hoy en día sus recursos han sido recortados significativamente y ha dado un giro más hacia la reflexión, la investigación, ha sido más receptivo a exponer el trabajo realizado de colegas de otras latitudes del país y ha apoyado proyectos del centro como Foto Guanajuato y Foto Visión en San Luis Potosí, sería deseable, sin embargo, que pudiera hacer más extensivos sus proyectos hacia otros puntos geograficos del país. No puedo omitir la aparición de Luna Córnea impulsada por el Consejo para la Cultura y las Artes, cuyas épocas han estado caracterizadas por una primera etapa en donde se privilegiaba más la inclusión de una mayor cantidad de imágenes y ensayos más cortos y la actual que ha sufrido una baja en su periodicidad y un mayor espacio a ensayos más academicos y largos.  

Por el lado de las publicaciones, diarios como Uno Más Uno fundado en 1977 por Manuel Becerra y posteriormente La Jornada, encabezado inicialmente por Carlos Payán Velver, creado en 1984, han marcado el sendero periodistico nacional por los espacios asignados a la foto, el cambio dirigido a tratar con más soltura las noticias en donde los politicos dejan de ser el único y obligado referente de información para dar paso a fotos de vida cotidiana.

Posterior a la generación de Meyer, Ortíz Monasterio e Iturbide, entre otros, nos encontramos con jovenes como Gerardo Montiel, Daniela Rossell, quienes optan por tomar otros senderos tanto tematicos como de forma, a la que le brindan una mayor importancia. En sus palabras: "es una puesta en escena narrativo -psicológica" sobre todo el primero y al captar Rossell a la clase pudiente que se presenta sin inhibiciones,

En el interior de la república y provincias jovenes que no llegan a los 120 años, los espacios se ganan poco a poco, desde las iniciativas independientes en los ochenta que buscan albergar toda una serie de disciplinas artisticas que van desde funciones de teatro, lecturas de poesía hasta la apertura de una galería en el mitico bar Río Rita, sede de la asociacion cultural cuya vida apenas dura si acaso una decada y cuya aparición marcara otros centros culturales independientes en donde se mezcaln toda una serie de actividades en sus recintos no siempre adecuados para exponer pero eso si, muy entusiastas en la promoción cultural. Proyectos que buscan subsanarr las omisiones en la fotografía como los encuentros de Fotografía Periodistica y Documental en los años 98 al 2000, replicas de Fotoseptiembre, hasta la reciente creación de galerías que tecnica y espacialmente cumplen con las normas para recibir exposciones y   conferencias como la reciente inauguración de El Cubo en el Centro Cultural Tijuana.

Es claro que el quehacer fotográfico se enriquece con las variadas propuestas de sus diversos rincones que aunque no pudieran ser tan conocidos dado el centralismo aun presente México, el acceso al internet y las nuevas tecnologias ayudan a todos a mantener una mayor comunicación pero que la misma inmediatez ahoga la reflexión. En este tipo de foro en donde se nutren las inquietudes de superación y se desvanecen las dudas que la rutina arropa.

 

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