Primero, muchas gracias por la tercera invitación a la Bienal de Fotografía Documental. Lo que está haciendo Julio y su equipo es muy importante para el desarrollo de nuestra profesión.

Mis conclusiones sobre la tercera bienal:

He visto aplicaciones y distintas técnicas fotográficas sobre soportes diversos, presentaciones en la mayoría de los casos muy cuidadas, hablando de las muestras colgadas.

He visto algunas fotografías sorprendentes de la condición humana como las de Lucas Vidal y Natalia Ferreira del Grupo PH15.

Algunas presentaciones de las muestras eran también sorprendentes, como "Los Abrazos" de Gabriela Muzzio que me prohibió ver su muestra por la "intimidad" de su presentación, dando más importancia a la presentación y su sentido, que a los documentos fotográficos adentro el pequeño libro, en una mesita chiquitita con una lamparita y con una silla.

Día por día   he recorrido las muestras, mirando a los demás, viendo las propuestas documentales de los demás, y automáticamente cuestiono ¿qué, que estoy haciendo yo? Y, aparece Alberto Monge, leyendo su ensayo, su "documento", fundado, cuidadosamente comprobado por hechos, para despertar bien la misma pregunta que hablábamos hace dos años atrás, el futuro.

Según el diccionario, un "documento" es: "Escrito con que se pruebe o acredita una cosa. Cualquier cosa que sirve de prueba."

Y un "documental" es: "Que se funda en documentos o que se refiere a ellos. Género fotográfico, cinematográfico realista, ajeno de ficción, que trata de modo informativo o interpretativo un tema auténtico."

Nosotros, fotógrafos documentalistas, hoy, encontramos que el "sistema" está tratando de absorber nuestra función, la que pretendemos tener, y muchos de ustedes, creo, aceptan, haciendo lo que están haciendo, olvidando que nuestro género fotográfico viene de un pasado donde era necesario "desnudar", sacar las máscaras de lo físico para enfrentar, ojo a ojo, con una realidad superior. Las fotografías de Lewis Hine sobre el trabajo infantil cambió las leyes laborales, él, el fotógrafo, simplemente presentando evidencia física.

Hoy, no veo ningún compromiso con la sociedad, veo valores estrictamente "estéticos" donde la estética contradice el objetivo o razón del autor. Representaciones de fantasías personales en lugar de presentaciones de temas auténticos.

¿A dónde vamos? ¡Primero de dónde venimos, después dónde vamos!

Compleja es nuestra sociedad, tenemos que comer. Pero nunca, nunca podemos bajar nuestros brazos, o cerrar nuestros ojos siendo fotógrafos documentalistas, "periodistas", en la búsqueda y descubrimiento de la condición humana en éstos momentos, sacando la máscara de lo puro físico y descubriendo los sentidos humanos, únicos, y dejando para la historia documentos, pruebas, evidencias de nuestras alegrías, tristezas, nuestras verdaderas historias.

No es nuestro deber burlar, ni "cubrir" o tapar, sino traer a la luz, inspeccionar, investigar e indagar sobre su valor, y recién después, documentar.

Nuestros debates acá deben incluir lugar para conversar sobre cómo vamos a enfrentar las dificultades de hoy para traer a la luz esos temas. Debemos hablar sobre el uso cuidado de la disciplina de la fotografía para que NO HAY DUDA en que estamos documentando, las pruebas, las evidencias en lo que estamos dejando y por qué. ¡Mostrando las causas, los efectos, sin confusión!

Hablamos y hemos visto la convocatoria "multi-media" buscando otros horizontes y los aplausos fueron más grandes y contundentes para el trabajo de Santiago Serrano de la moda y de Steven Simon de los sucesos en la convención republicana de 2008. Los dos "multi-media" eran simples proyecciones de fotografías, acompañado por música como un "passpartout" o marco donde flota la imagen. Sugiero que "multi-media" sea una nueva categoría con nuevos especialistas en imagen movida y temporaria, y en sonido. No hacer eso con fotografías fijas, que a veces distrae del lenguaje visual y fotográfico. Es realmente otra cosa, no importa que digan las empresas de comunicación.

El "sistema" NO QUIERE nuestro trabajo serio, no hay ningún beneficio económico. Nuestro empuje, nuestras razones de elegir la fotografía periodística o documental se pierden muchas veces por la tentación, la necesidad de dinero en nuestra sociedad contemporánea. Esa necesidad económica NO PUEDE SER CAUSA de cambios en nuestro trabajo, nuestra misión, que por si, no puede ser vinculado con intereses económicos como empresas, por su contaminación y propios deseos económicos. Fíjense la relación laboral que tiene la mayoría de los "fotoperiodistas" en Buenos Aires. Ya son miembros del "Club 23", no más que 23 notas fotográficas por año para no tener ningún compromiso laboral   y ningún gasto de personal. Y, si no firman un "DOCUMENTO" cediendo todos los derechos de las fotografías hechas, no pueden trabajar las 23 notas por año.

Claro, hoy en día, las empresas de "periodismo masivo", según mi propio criterio de periodismo y su función en la sociedad, no están ejerciendo su trabajo hoy. NO HAY INTERES más allá que lo económico, ganancias y pérdidas. No quiero que Daniel Merle lo tome en forma personal, pero la revista dominical de La Nación está relegada a ser nada más que un catálogo de los avisadores y algunos clientes ¡PAGAN! para ver los nuevos perfumes, carteras, zapatos finos, autos maravillosos, computadoras, televisores y celulares fantásticos.

¿Y cuál es nuestra respuesta? ¿Qué temas podemos discutir acá, en ese contexto? ¡Por favor, no dejamos que el "sistema" nos haga ciegos! ¿Quién, quien está documentando la contaminación causada por la quema en el ingenio acá en San Miguel de Tucumán? Hay dos expositores afectados directamente, ceniza cae por la calle. ¿Qué efecto tiene la contaminación en la salud del pueblo? ¿Es reparable? ¿Se puede seguir la industria azucarera, eliminando la contaminación?

Por favor, chicos y grandes, si no están de acuerdo ¡salgan de acá! Andá a vender tus "obras artísticas" en las galerías y pará de ensuciar, contaminar nuestra querida profesión. No todos hacen lo mismo, nuestro género, el documental, periodístico tiene su propia definición, y NO, NO, NO podemos estar confundidos en nuestra propia ciencia fotográfica. ¡Realmente tenemos otros deberes que faltan más atención! ¡Cómo descubrir, enseñar lo que descubrimos, cómo comunicar más efectivamente la historia del otro, que es mucho más importante que mi propia historia, cómo usar la curiosidad para descubrir nuevas historias humanas, donde cada una está fundamentada con nombre, apellido y respetado por lo que es!

Para "comprobar" algo, necesitamos tener respuestas por los que pueden tratar de discutir.

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