El velo tiene muchos significados y símbolos en el Medio Oriente. Mientras que en el Occidente frecuentemente se percibe como un símbolo de opresión femenina y sumisión a la autoridad masculina, el velo tiene un significado muy diferente en el mundo árabe.

En este ensayo fotográfico, estaré enfocando la propagación del velo entre las mujeres en el Líbano y las diferentes interpretaciones que el velo adopta.

El Líbano es un pequeño país del Medio Oriente apretado entre el Occidente y el mundo musulmán, donde por años han convivido los cristianos y musulmanes, donde uno puede ser testigo de una mezcla del mundo occidental y del mundo árabe, del Cristianismo y del Islam, además de una muestra ostentosa de riqueza y de pobreza extrema. Después de quince años de una guerra civil brutal que finalizó sin un vencedor claro y sin solución real, la vida en el Líbano sigue su curso de una manera surreal con un mosaico de religiones co-existentes.

La población musulmana está creciendo debido a una tasa de nacimiento cada vez más alta. Es altamente politizada y hierve de ira por las noticias que recibe de Iraq e Israel/Palestina. Además, desde el 11 de Septiembre, se siente amenazada en un mundo que observa a cualquier conducta islámica con sospecha, que tiene como resultando un retiro hacia una conciencia más religiosa. Mientras que mucho musulmanes, especialmente la clase pudiente, miran hacia el occidente en cuanto a su vestimenta y estilo de vida, y no sienten antagonismo hacia la presencia cristiana, muchos sienten la necesidad de pertenecer a la más numerosa comunidad musulmana. El velo femenino cuyo uso casi no existía hace una década en el Líbano ahora está surgiendo nuevamente, aún entre la generación más joven y simboliza distintos aspectos entre los cuales están la devoción religiosa, la auto afirmación respecto del occidente, una nueva prenda de moda, todos los cuales llevan a una mayor presión social sobre las mujeres musulmanas de todas las edades.

Aunque el uso del velo por las mujeres musulmanas se está haciendo cada vez más común en el Líbano, en Occidente frecuentemente se malinterpreta las distintas maneras de llevarlo. Las mujeres que llevan el velo, generalmente lo hacen por propia elección, aunque los motivos por los que lo llevan y la proporción del cuerpo que cubre varían.

Las mujeres musulmanas mayores usan el velo por ser religiosas devotas y por modestia. Únicamente se lo quitan dentro de la casa y en presencia de otras mujeres o de parientes masculinos muy cercanos. Las mujeres musulmanas de la alta sociedad que visten frecuentemente siguiendo la moda occidental ahora llevan el pañuelo como una prenda de moda y como un accesorio agregado, y el pañuelo debe armonizar con la ropa, los anteojos de sol y la cartera. Algunas mujeres lo usan como una afirmación política de resistencia al Occidente y como un símbolo de solidaridad con los países musulmanes enfrentados con el Occidente.

En la actualidad las niñas y adolescentes, presionadas ante las expectativas sociales, eligen llevar el velo como un símbolo de madurez.

Algunas pasan horas arreglando el pañuelo/velo delante del espejo. Lo usan drapeado, trenzado o liso pero siempre coordinando el color con su ropa.

Lo que me interesa de este proyecto es que presenta un microcosmo de lo que está ocurriendo en el mundo actual referente a las crecientes diferencias al mismo tiempo que las inter-dependencias existentes entre el Occidente y el mundo árabe, o el Cristianismo y el Islam.

El Líbano es un país occidentalizado, hogar a una creciente población musulmana pero también con una población cristiana muy occidental, que entonces presenta distintas interpretaciones de moda femenina y una yuxtaposición del velo con un código de vestir y estilo de vida netamente occidentales.

Como resultado, el velo adopta distintos significados y se lo puede ver utilizado de distintas maneras, desde un chador o un pañuelo de moda.

En Beirut no se raro ver a mujeres que llevan un velo caminar al lado de mujeres vestidas de minifalda o musculosas, o pasar por posters que muestran hermosas mujeres, o comer en McDonalds o tomar café en Starbucks.

Rania Matar

(Nota: este texto fue escrito con anterioridad a la actual guerra entre Israel y Hezbollah, en Líbano)